Si ya no me gusta levantarme cuando aún no he dormido las horas pertinentes, ... que queda para el resto del día; oir las últimas depresiones del telediario matutino, adivinar cuál va a ser el antepenúltimo disparate anticrisis, llegar tarde a currar otro día más, ... y hasta la noche, un bombardeo constante de situaciones que no me gustan.
Pero se trata de elegir básicamente aquellas que me afectan pero están fuera de mi alcance, y , ya que no puedo remediarlas, al menos puedo protestar en una ventana abierta.
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